La inspiración del Espacio Betesda

El relato del Evangelio de San Juan, capítulo 5, 1- 19, nos sitúa en el contexto inspirador de un modo de comprender el crecimiento humano, la sanación psico- biológica y el desarrollo espiritual.

Un acercamiento que IDENTIFICA

Jesús se aleja del templo. Y se aproxima a un “lugar pagano”, donde judíos desencantados y paganos ansiosos de sanación buscaban, en el “dios esculapio”, una nueva oportunidad para sus vidas. Un mundo de miserias y anonimato.

Jesús genera un espacio dentro del no espacio.  Ofrece una relación en medio del anonimato general. Identifica al hombre, se dirige a él. Lo mira a los ojos….

Una pregunta que EMPODERA

                La pregunta va directo al corazón del problema, en una mágica combinación de confrontación y no directividad. Es una pregunta de poder: ¿quieres curarte? En medio del victimismo de la parálisis y la desubjetivación, que ponía su esperanza en un mágico movimiento del agua, Jesús invita a este hombre a volver sobre sí mismo. Sobre el mundo de sus desencantos y sus sueños. Sobre la verdad de su corazón. Sobre su anhelo dormido.

Una mirada amorosa que DESPIERTA

                ¿Qué extraño poder se despierta en este hombre? A veces planteamos el dilema espiritual entre dos polos: la dependencia de la gracia como algo exterior, que a veces “viene” y a veces no…. O la auto- suficiencia que necesita sacar la  divinidad del medio, como modo de garantizar la autonomía y los derechos. Ambas posturas separan lo que Dios ha unido…. La pregunta de Jesús va acompañada de una mirada inefable, que toca el corazón, para despertar a su verdad y a su poder. El amor es la experiencia sagrada, que trasciende la disociación de los dos mundos.  El hombre paralizado recobra lentamente su energía vital.

Una invitación que ABRE HORIZONTES

                Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Jesús desafía al hombre, y lo invita en un mismo movimiento, a la salud corporal, al empoderamiento psicológico, a la dignidad social y al despliegue espiritual. Pero no fuerza la respuesta, porque todo queda en manos de aquel hombre que, reencontrado con su ser, tiene que tomar una decisión, afrontar un riesgo, renunciar al beneficio secundario del victimismo…. 

                Nuestras parálisis pueden ser múltiples, y nuestra capacidad de levantarnos y andar anida en cada corazón.

                El Espacio Betesda pretende ofrecer miradas de amor, preguntas de poder e invitaciones a ponerse de pie y andar, integrando en un mismo movimiento procesos educativos, de sanación y de desarrollo espiritual.